¿Qué es una comunidad energética? Parte 2

¿Qué es una comunidad energética?

Las comunidades energéticas son entidades jurídicas formadas por ciudadanos, administraciones o pymes que se organizan con el objetivo de generar, usar y gestionar su propia energía. Estas ofrecen beneficios energéticos, de los que se derivan los medioambientales, económicos y sociales. Las comunidades energéticas giran entorno a la sostenibilidad y cuidado del planeta y del lugar en el que residimos como personas, ya que las energías con las que se trabajan son energías limpias y renovables.

¿Cómo funciona una comunidad energética?

Una comunidad energética nace de la iniciativa de un grupo de ciudadanos, empresas o entidades. Estos se reúnen con el mismo objetivo, generar beneficios sociales y medioambientales en su localidad a través de la creación de un proyecto energético que suministre electricidad, calefacción o transporte a la comunidad y donde trabaje esa misma comunidad. De manera que funciona de forma democrática, generando, distribuyendo y utilizando la energía por y para los ciudadanos de la localidad. Esta es una forma de conseguir acabar con la pobreza energética a la que se enfrentan muchos países o regiones, ya que se genera todo en el mismo sitio, sin depender de países externos.

¿Cómo podemos crear una comunidad energética?

Cualquier persona puede crear una comunidad energética. Ya sean ciudadanos, entidades públicas o privadas, personas físicas o jurídicas o pequeñas o medianas empresas. Para crear una comunidad energética hay que empezar por ser consciente de los beneficios que aporta a la localidad para llevar a cabo este gran proyecto.

Pasos para crear una comunidad energética

1. Necesitas reunir a personas que piensen de la misma forma que tú. Para crear una comunidad energética la comunidad que la cree debe estar unida y perseguir el mismo propósito: crear una comunidad independiente energéticamente y respetuosa con el medioambiente.
2. Una vez reunido el grupo de personas que quieren realizar el proyecto, tienen que seleccionar la forma jurídica que les represente. Estas pueden ser: asociación, organización sin ánimo de lucro, fundación, etc.
3. Cuando se trate de un grupo de ciudadanos, acudir al ayuntamiento de la localidad puede beneficiar a que el proyecto salga adelante. Del mismo modo, el propio ayuntamiento de la localidad puede llevar a cabo este proyecto con el apoyo de la ciudadanía.
4. Una comunidad energética no sólo se utiliza para generar, distribuir y utilizar energía, las comunidades energéticas se pueden encargar de más actividades, como la calefacción o el transporte.
5. Si se deciden por crear una comunidad energética que se encargue de producir electricidad también tendrán que escoger la tecnología de la que quieren hacer uso. Esta puede ser tecnología fotovoltaica, eólica, hidroeléctrica o biomasa. La energía solar es la más recomendable para este tipo de proyectos, ya que ofrece mayor adaptabilidad según el lugar en el que se quiera crear la comunidad energética, ya sea una situación urbana o no, además genera más empleo que otro tipo de tecnologías.
6. Finalmente, para llevar a cabo el proyecto necesitas realizar un estudio de diseño y viabilidad, es recomendable que el estudio incluya un esquema básico para pedir financiación. La financiación es parte fundamental del proyecto, ya que sin ella no se podría llevar a cabo, esta se puede obtener mediante ayudas, crowfunding, préstamo bancario, banco ético o cooperativo, financiación por terceras partes, leasing, fondo cooperativo o apoyo municipal. También necesitas realizar un plan de negocio y solicitar una licencia de obras.

Creando una comunidad energética no sólo contribuyes a la mejora exponencial de tu localidad gracias a las nuevas oportunidades de empleo y a la mejora energética, sino que también contribuyes a la transición energética global, aportando un granito de arena al cambio social y energético mundial.

Al elegir a Solarama como tu socio solar, nos encargaremos de todos los aspectos de tu instalación, desde el diseño, la financiación y las garantías, hasta la legalización y tramitación de estas ayudas, y el seguimiento de la operación correcta y optimizada durante los años posteriores.